Pruebas de motores eléctricos para vehículos eléctricos: prevención de fallos con modernas soluciones de detección de fugas

Cuando la camisa de refrigeración de un motor de accionamiento eléctrico no pasa la inspección final debido a una presunta fuga, es esencial identificar el fallo con rapidez y precisión en la estación de reparación. Tradicionalmente, métodos como la pulverización de jabón, las comprobaciones visuales o las pruebas de caída de presión dejan demasiado margen para pasar por alto microfugas y obtener resultados incoherentes, especialmente cuando el volumen interno es grande y las pequeñas oscilaciones de temperatura amortiguan los cambios de presión.

El uso de gas trazador para la detección de fugas permite a los técnicos detectar fugas que antes pasaban desapercibidas, como soldaduras o juntas defectuosas, y repararlas más rápidamente. El proceso consiste en inyectar un gas trazador seguro y de baja concentración en la carcasa del motor. A continuación, los detectores de gas trazador buscan el gas que se escapa, lo que permite identificar con precisión la ubicación de las fugas, incluso en configuraciones de juntas complejas o zonas de difícil acceso.

En la estación de reparación, Lao Wang, supervisor técnico de un fabricante chino de vehículos eléctricos, comienza la inspección llenando el sistema con gas trazador, en este caso una mezcla de hidrógeno y nitrógeno al 5%. A continuación, utiliza un detector de fugas de gas trazador para escanear el conjunto del motor y muestra lo fácil que es. Desplaza con cuidado la sonda manual por las juntas del motor, los retenes y las interfaces de las tuberías. El detector detecta continuamente trazas de hidrógeno que se escapan del sistema. Cuando la sonda pasa por una junta de la parte inferior del motor, el dispositivo hace sonar una alarma y la lectura de la concentración de gas se dispara, identificando claramente el lugar de la fuga. Lao Wang marca inmediatamente el lugar para repararlo.

Lo que hace que el método del gas trazador sea especialmente valioso es su repetibilidad y escalabilidad. A diferencia de las técnicas anteriores, que dependían en gran medida de la habilidad del operario o de indicaciones visuales, este método ofrece resultados claros y repetibles independientemente de la complejidad de la unidad o de la experiencia del operario.

Esa confianza está respaldada por los datos de rendimiento. Desde la introducción de este método, el proceso de producción de motores eléctricos ha experimentado:

• La precisión en la detección de fugas ha pasado del 70% al 99,7%.
• El tiempo de reparación debido a fugas se ha reducido en un 80%.
• El ciclo de diagnóstico y reparación se ha completado en una media de 30 minutos.

Estos avances no sólo mejoran el rendimiento de la producción, sino que la detección de fugas con gas trazador ayuda a garantizar que todos los motores que salen de las instalaciones cumplen las normas de calidad más exigentes y a generar confianza entre los operarios que utilizan a diario los detectores de fugas de INFICON.