Detección de fugas con un mantenimiento mínimo
Al no tener piezas móviles, el detector de fugas Sentrac prácticamente no necesita mantenimiento, lo que mejora la productividad, la eficiencia y el ahorro de costes.
En la detección de fugas industriales, un menor mantenimiento significa mucho más que un simple ahorro de tiempo: se traduce directamente en productividad, eficiencia y ahorro de costes. Si utiliza equipos tradicionales de detección de fugas, probablemente esté familiarizado con las rutinas de mantenimiento habitual: cambios de aceite, cambios de filtros o averías debidas a piezas móviles sensibles, como las bombas. Estos sistemas suelen requerir un mantenimiento regular, lo que puede suponer una limitación cuando es necesario realizar pruebas de fugas.
Por qué es importante reducir el mantenimiento en la producción industrial
En entornos industriales, el mantenimiento es una rutina habitual, pero no siempre es el uso más eficiente del tiempo y los recursos. Elegir equipos que requieran un mantenimiento mínimo ofrece una serie de ventajas. A continuación, le mostramos cómo minimizar las necesidades de mantenimiento puede tener un impacto positivo en sus operaciones:
- Reducción del tiempo de inactividad: el mantenimiento frecuente provoca tiempo de inactividad. Al requerir menos mantenimiento, los equipos permanecen en funcionamiento durante más tiempo, lo que mantiene las líneas de producción en marcha sin interrupciones.
- Menores costes operativos: los costes de mantenimiento continuo, como la sustitución de filtros, el cambio de aceite o el mantenimiento de piezas, pueden acumularse. Un sistema de bajo mantenimiento reduce estos gastos, lo que contribuye a una mayor rentabilidad de las operaciones.
- Mayor productividad: menos tiempo dedicado a reparaciones y mantenimiento significa más tiempo dedicado al trabajo productivo. Los operadores pueden centrarse en su trabajo sin ser interrumpidos por necesidades de servicio.
- Mayor flexibilidad y movilidad: cuando los equipos requieren un mantenimiento mínimo, es más fácil moverlos y adaptarlos según sea necesario en entornos que cambian rápidamente.
El mantenimiento se realiza normalmente in situ.
Los complejos sistemas de detección de fugas son tan pesados y delicados que están diseñados para permanecer en un solo lugar. Una vez instalados, rara vez se mueven. Aunque esta configuración funciona en determinados entornos, se convierte en una limitación en estaciones de trabajo donde se necesita movilidad y adaptabilidad, como las líneas de reparación. Los sistemas de detección de fugas más grandes no se pueden mover fácilmente y el mantenimiento tiende a realizarse in situ, lo que interrumpe aún más el flujo de trabajo y reduce la eficiencia general.
Sentrac: un detector de fugas de bajo mantenimiento que se adapta a todas las necesidades.
El detector de fugas de hidrógeno Sentrac es lo suficientemente robusto como para su uso industrial. A diferencia de los detectores de fugas tradicionales, es totalmente electrónico y no requiere bombas, válvulas ni vacío. Esto se traduce en un menor mantenimiento general.
«Con Sentrac, no es necesario detener el sistema para realizar tareas como cambios de aceite o de filtros, lo que significa que permanece operativo durante mucho más tiempo. Esto se traduce directamente en menos interrupciones en las líneas de producción y en un ahorro de costes a largo plazo», afirma Per Jennéus, director de producto de INFICON AB. «La unidad no tiene piezas móviles. Una bomba de vacío, por ejemplo, es un equipo caro que requiere mantenimiento y sustitución periódica. Sentrac funciona sin bombas, lo que elimina estos problemas habituales».
La unidad está diseñada para ofrecer flexibilidad y adaptabilidad. Su peso ligero permite a los usuarios moverla fácilmente, incluso cuando está encendida, sin preocuparse por daños o pérdida de rendimiento. «Sentrac es extremadamente versátil y es el detector de fugas ideal para entornos como líneas de reparación o áreas de producción de ritmo rápido donde es necesario poder adaptarse rápidamente», continúa Jennéus.
Cuando llega el momento, sustituir el sensor es tan sencillo como cambiar el consumible de la punta de la sonda manual, lo que puede hacer el operador en menos de un minuto.
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